jueves, 24 de febrero de 2011

El robot

Acababa de comprar un nuevo calefactor, mi cuarto de baño es muy frío en invierno, y no era cuestión de dejarlo para mas tarde. El empleado de la compañia de transportes me entregó el correspondiente Kit de montaje, le firmé el albarán y se fue.

Si, efectivamente, era un Kit de montaje. Todos los muebles, los electrodomésticos, las máquinas y herramientas, todo, incluso algunas prendas de ropa, se compran así, se elige por catalogo y te envian el correspondiente Kit.

Ya no hay tiendas como antes, donde comprabas una lavadora y los mismos que te la vendían te la ponían en su sitio, y hasta te hacían una prueba de funcionamiento. Ahora todo son Kits de montaje, la vida moderna es así, no hay personal suficiente para trabajar a domicilio, y tampoco en las fábricas, los que trabajan en ellas, solo se dedican a empaquetar Kits de montaje para su distribución.

Abrí el paquete, había varias piezas debidamente numeradas y clasificadas, asi como todo el pequeño material necesario para montar el aparato. Estaba todo, incluido el manual de montaje. Las instrucciones! Un papelito, con unas escuetas instrucciones de montaje! Y para colmo, esta vez ni siquiera tenía un triste dibujo para hacerte mas fácil la tarea.

Después de leer varias veces las escuetas instrucciones, decidí que no lo iba a montar en ese mismo momento, lo haría mas tarde, con la cabeza mas fria. Eso es lo que pasa, cuando buscas lo mas barato...

Pero habría dado igual, este sistema de comprar por Kits, se esta generalizando, y si bien, cada vez vienen mejor empaquetados los Kits, las instrucciones cada vez son mas ambiguas, es como si se pensaran que todos somos unos "manitas", y que no necesitamos mas explicaciones.

Así que me tomé un pequeño descanso, encendí la televisión y me senté en el sofá, con la idea de relajarme por un rato, y ocurrió algo maravilloso, en la tele estaban anunciando un robot, diseñado para montar muebles, aparatos, o lo que sea, cualquier cosa que sea un Kit de montaje, el actor del anuncio solo tenia que poner en marcha el robot, y éste se encargaba de todo, desempaquetar las piezas, montarlas, y comprobar que el aparato funciona perfectamente, incluso, clasificaba el envoltorio y lo preparaba para su reciclaje.

Sin perder tiempo, anoté la dirección para hacer el pedido, mis pesadillas con los montajes por fin tocaban a su fin.

Al dia siguiente, esperaba con cierta ansiedad al repartidor, no me atreví a salir de casa ni siquiera al bar de la esquina para tomar café, no me podía arriesgar a que tocara el timbre y no hubiera nadie.

Por fin sonó el timbre, alli estaba mi robot!!!

El repartidor me entregó el paquete, le firmé el albarán y se fue.

Abrí el paquete que contenía mi estupendo robot, que me iba a solucionar todos mis problemas.... y alli estaba, mi robot.... estaban todas las piezas, perfectamente numeradas y clasificadas.... y unas escuetas instrucciones de montaje.

2 comentarios:

  1. super te felicito mor

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    1. Gracias por escribir, me alegro que te haya gustado.
      Y espero que también te guste el mini-relato dedicado a ti, preciosa.

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